domingo, 31 de julio de 2011

Gistaín

El 15 de Julio me fuí de campamentos a Gistaín, los primeros días estaba un poco pensativa, porque no sabía cómo serían los días allí, nunca había estado en ninguno. Luego ya viendo la organización, la gente y el ambiente, me gustó. Allí he podido encontrar mi pequeño lugar de paz, ese que a veces no encuentro cuando estoy en la ciudad, ese de reflexión conmigo misma. He  encontrado gente muy diferente a mí, con distintas formas de pensar y de ser. Me han demostrado que aún hay gente buena por el mundo que ayuda a otras personas que están con problemas o simplemente tristes. Me han demostrado lo que es el amor fraternal ese que he sentido en estos 11 días que he estado con ellos, y también, la amistad. Me han transmitido que hay que luchar cada día por ser mejor persona, transmitir esa fe tan fuerte que me han dado y sembrar cada día las semillas de la amistad y el amor a tus seres queridos.Me han enseñado que con poco puedes vivir, sin necesidad de tener grandes cosas.
Yo siempre los voy a echar de menos, y los voy a llevar siempre, siempre dentro de mi corazón. 
Los jóvenes valemos para muchas cosas, no somos una generación perdida, aunque a veces digan de nosotros que nos puede el pasotismo y que no tenemos nada por lo que luchar, que no pensamos en la gente que está a nuestro alrededor, que no tenemos ganas ni ninguna motivación que nos ayude a cambiar el mundo y eso, es mentira. Somos una generación que lucha y puede contra todo, sólo tenemos que ayudarnos los uno a los otros y luchar por lo que realmente merece la pena.